lunes, 7 de diciembre de 2015

Lectura


EL PRÍNCIPE FELIZ


La ciudad era grande y hermosa. Y en medio de ella, en la plaza principal, se alzaba una estatua bellísima. Representaba a un príncipe, al que todos conocían como el príncipe feliz. Y era tan lujosa, que todo su cuerpo estaba cubierto de oro, sus ojos eran zafiros y en la empuñadura de su espada lucía un brillante rubí.
En aquel otoño, una golondrina que emigraba al Sur y que había perdido su bandada, llegó a la ciudad. Y buscando un lugar en el que refugiarse, descubrió la estatua del príncipe. Allí se acurrucó para dormir y, cuando casi lo había conseguido, sintió que una gota cayó sobre su cabeza.
Así que levantó la cabeza y entonces fue cuando vio que aquellas gotas eran lágrimas. Y que las lágrimas caían de los ojos de la estatua. Al preguntarle por qué lloraba, el príncipe contestó:
Luego, señalando a una casa lejana, dijo:
La golondrina le obedeció y, volando, entró por la chimenea de la casa y dejó la piedra preciosa entre las manos de la mujer.
Al día siguiente, el príncipe le pidió a la golondrina que fuera a casa de un escritor que, muerto de hambre y frío, se había desmayado sobre su mesa de trabajo.
Pero el príncipe insistió y la golondrina, con mucho cuidado, tomó el zafiro.
Pasaron días y días. Y en cada uno de ellos la golondrina fue cumpliendo los favores que el príncipe le pedía. Hasta que la estatua se transformó en algo muy distinto: ya no tenía piedras preciosas en sus ojos, ya no le quedaba ni una de las hojas de oro que cubrían su cuerpo, ya no relucía su espada. Por eso, cuando, entrado el invierno, el alcalde y un grupo de concejales pasaron ante la figura, todos dijeron:
El príncipe lo oyó todo. También la golondrina. Pero ninguno dijo nada. Se acurrucaron uno al lado del otro y allí quedaron inmóviles.
Al cabo de una semana, pasaron a retirar la estatua. Y al ver, a sus pies, una golondrina muerta, la arrojaron al basurero. Luego metieron en el horno la figura. Y todo se fundió: todo, menos un corazón de plomo que salió del interior. Y como no servía para nada, lo arrojaron al basurero, junto al cuerpo de la golondrina.
Cuentan que aquel mismo día, Dios le pidió a uno de sus ángeles que le trajese lo más hermoso que encontrara en la tierra. Y el ángel, sin dudarlo, le llevó el corazón de la estatua y el cuerpo de la golondrina.


Si quieres trabajar la comprensión de esta lectura puedes pinchar en el siguiente enlace.


http://lecturatg.blogspot.com.es/2012/03/13-lectura.html

Y puedes leer el cuento completo pulsando en la siguiente imagen:


6 comentarios:

  1. Manuel Alvarez Moraleda 5°A7 de diciembre de 2015, 12:32

    Que cuento mas bonito.

    Manuel Alvarez Moraleda 5°A

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  2. Es un cuento muy bello del que podréis sacar muchas enseñanzas y valores.La solidaridad, el amor al prójimo, el valor de las personas mas allá de su apariencia física exterior, renunciar a tus comodidades en favor de los demás. Triste pero con un final feliz...por eso es un cuento.En estas fechas, en las que vamos a tener tanto tiempo libre, intentemos ser golondrinas para llevar un poco de ilusión allá donde nos necesiten.

    "Equipo Biblioteca"

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  3. El cuento es muy bonito y motivador para ayudar a las personas que necesitan un poco de nuestro material de vida para poder continuar la suya y para intentar disfrutarla.


    Margarita 5°A

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  4. Que bonito es el cuento.
    Adam 5°A

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  5. Que cuento mas bonito.

    Carlos Peinado 5ºA

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