martes, 2 de junio de 2015

La tristeza y la furia

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas. 
Había una vez... un estanque maravilloso. 
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente... 
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia. 
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque. La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se bañó rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua... 
Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró... 
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza... 
Y así vestida de tristeza, la furia se fue. 
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque. En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba. 
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia. 
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristeza. 
                                                                                        J. Bucay

2 comentarios:

  1. Cuando veas que a tu alrededor alguien actúa con furia, recuerda esta lectura y piensa que no debes responder de la misma manera, porque tras esa furia, muchas veces se oculta la tristeza y el miedo a que alguien la descubra y nos haga sentir todavía mas vulnerables. Respóndele con calma, dialoga, intenta ponerte en su lugar. Quítale el disfraz a la furia y cuéntale un chiste a la tristeza....¡¡Todo depende de TÍ!!

    "Equipo Biblioteca"

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  2. No dejes que la furia se apodere de ti,actúa con calma y tranquilidad , para evitarla.Si tienes un mal día , si estas triste , lo mejor es buscar el camino de la felicidad.

    Polina.

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